En un trabajo realizado recientemente por CNN acerca de la violencia en Venezuela, se tuvo en un mismo programa a Andres Izarra, presidente de la cadena Telesur, y Luis Briceño León, miembro del Laboratorio de Ciencias Sociales. El tema de este post no es defender la linea editorial de CNN, aclaro. Un periodista de una cadena entrevista a dos personajes, de visiones antagonicas, para discutir un tema que de por si es noticioso. Esto es válido para cualquier medio de comunicación. Luis Briceño León ha realizado uno de los pocos trabajos rigurosos acerca de las causas de la violencia del país, reflexiones que ha venido difundiendo en un Informe Anual sobre la materia, en donde hay suficientes datos para sustentar sus afirmaciones, estemos de acuerdo con ellas o no. Por otro lado está Andrés Izarra, que si bien no trabaja el tema de la inseguridad debido a que no es precisamente de sus competencias, nos imaginamos que ante la falta de interlocutores oficiales y dada sus buenas relaciones con CNN -lo cual se demuestra en el exceso de confianza que expresa en la entrevista- fue seleccionado por el canal de Ted Turner para ser el contrapeso institucional y gubernamental.

Sin embargo, las reacciones de Izarra durante la entrevista son una muestra de la ligereza con la que los altos funcionarios -como el- abordan el tema de la inseguridad ciudadana en el país. Porque las carcajadas de Izarra, como eran su intención, no desligitimaron las opiniones o figura de su contrario, sino que demuestran la miopia y desconexión de un funcionario frente a la realidad. Las risas del presidente de Telesur y ex ministro de comunicación, en el tratamiento del tema, son un insulto al dolor y luto de decenas de familias venezolanas, que ciertamente no son las de apellido Izarra, bien protegida por los beneficios del poder.