En uno de esos episodios de la nobleza de la que son capaces los seres humanos, un pacifista tolstoiano -Kurt Wilckens- tramó pacientemente la venganza por el asesinato de más de 1500 obreros en la Patagonía Argentina por parte del ejército, para lo cual atentó contra la vida del coronel Hector Benigno Varela, jugándose su propia vida para no dañar a una chiquita de 10 años. Este acto abre la película La Patagonia Rebelde, la cual hace un estupendo recuento de los hechos.
En el cementerio de Recoleta, en Buenos Aires, yacen los restos de Varela. Sin embargo, alguno/a con memoria recuerda en el sitio la catadura del personaje.
Esa es la tumba del Coronel Ramón Lorenzo Falcón, asesinado por el anarquista Simón Radowitzki en Callao y Quintana en 1909