Cada año, previo a la planificación de las actividades aniversario de Provea, discutíamos sobre la falta de referentes locales para el movimiento de derechos humanos venezolano. Los que habían (Mandela, Gandhi, Monseñor Romero, Rigoberta Menchú…) estaban bien, pero sentíamos que era necesario promover figuras venezolanas que sirvieran de inspiración, especialmente por los momentos difíciles que nos había tocado enfrentar. En algún momento recordamos que Rómulo Gallegos había sido el primer presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), así que decidimos empezar por él. Gallegos, como escritor y activista político, gozaba de respeto en diferentes sectores dentro y fuera del país. Pero necesitábamos contar cómo había llegado a la CIDH, en primer lugar, al propio movimiento venezolano de derechos humanos, y luego a todos los interesados.

Para ello se nos ocurrió que un formato popular era el cómic, así que nos embarcamos en la aventura de realizar una novela gráfica. Su guionista fue Hector Torres y su ilustrador José Luis Couto. Con el apoyo del ILDIS, se realizó un primer arqueo de información a cargo del historiador Neller García. La ejecución del proyecto coincidió con la pandemia del Covid-19 en todo el mundo, así que aunque teníamos los recursos materiales para ello no pudimos consultar los archivos de la Organización de Estados Americanos.

Se hicieron 2.000 copias de la novela gráfica, que fue distribuida gratuitamente en diferentes eventos, incluyendo presentaciones en colegios de Fe y Alegría y en diferentes sectores populares. Además de la conceptualización y ejecución del proyecto, también realicé la diagramación final de la versión impresa.

«Rómulo Gallegos, hombre de una sola calle» fue reconocida por el Banco del Libro en su decisión sobre los mejores libros para niños y adolescentes 2022, mención memoria histórica.

Ejemplos de las páginas de «Gallegos. Hombre de una sola calle»:

Presentación en la Plaza de los Palos Grandes, Caracas, de la novela gráfica: