
«Ser joven es girar en torno a la música. De la música se esperan las revelaciones, los estremecimientos, la construcción de los escenarios de la imaginación, el viaje por las épocas, y, lo definitivo, la sensación de apresar el tiempo, de ser contemporáneo de la sensibilidad radical. Si el baile incorpora el cuerpo a un proyecto estético, escuchar música es comprender lo indescifrable, asirse a las vibraciones, ese catálogo inexpresado de los sentimientos. De la música se desprenden los comportamientos, no así como lo digo, sí así como lo viven con gustos que van del heavy metal a la cumbia, de la electrónica al gangsta rap, en una taxonomía que se empareja con el infinito»
«Tú, joven, finge que crees en mis ofrecimientos, y yo, Estado, fingiré que algo te ofrezco». Carlos Monsivais
