Colonia es una ciudad sembrada junto al Rin con 2000 años de historia, que parece orbitar en torno a su imponente Catedral, la más alta de Alemania. Sus torres miden más de 150 metros, con una superficie de 8.000 metros cuadrados, donde caben más de 20.000 personas.

La Catedral no ha terminado de construirse, siendo su primera piedra colocada el 15 de agosto de 1248, con ciclos de construcción y pausas a través de la historia. La Catedral resistió los bombardeos durante la Segunda Guerra Mundial, que literalmente pulverizaron la ciudad, y hoy exhibe la campana de iglesia más grande del mundo, con 24 toneladas de peso, mientras un equipo de 80 personas trabajan todos los días en su restauración y conservación.

La Catedral es una fiesta para quien ame la arquitectura barroca. Se necesitan horas para percatarse de todos los detalles. Sin embargo si algo me gustó en lo personal son sus impresionantes vitrales, muchos de ellos para expresar la devoción a los Tres Reyes Magos, cuyos restos se encuentran sepultados precisamente en esta iglesia. Comentario aparte merece el último vitral colocado en el año 2007, del artista Gerhard Richter, cuyos coloridos cuadrados han desatado la polémica acerca de lo herético de su diseño en medio de un contexto sacro. ¡Mis días en Colonia las pasé de lujo, gracias a la hospitalidad de mi querida anfitriona Cecil!

Foto de Colonia (Koln) tras los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial

Con Cecil en las escalinatas de la Catedral

El polémico vitral moderno