Una de las cosas que más molesta en la vida es tener que esperar tanto tiempo a que la cerveza se enfríe en la nevera (mi impaciencia suele llevarme a meter las latas de birra en el congelador para acelerar el proceso… pero a veces se me va el santo al cielo y permanecen en el mismo más de la cuenta, con resultados fácilmente previsibles). Pues bien, amiguetes, ya no tengo excusa… existe un truco infalible para tener nuestra cervecita bien fresquita, en ¡¡dos minutejos de nada!!. Para ello necesitaremos un bol, agua, sal, hielos… y seguir las instrucciones (si es que se le pueden llamar así) del vídeo. Fácil, rápido, elegante…con el añadido de una explicación física que le vendrá de perlas a nuestra escasa cultura científica. Un dos por uno en toda la regla…


Ajá Uzcátegui, pero lo probaste?