Diferentes gremios de trabajadore/as han realizado un preludio combativo en las postrimerías del Primero de Mayo. Ante una ofensiva general contra la autonomía de las organizaciones y populares, los sindicatos han sido los primeros que han tenido enfrentar los embates de una crisis económica que, como en todos los países capitalistas, será pagada por los de abajo. El presidente y su corte continúan gritando al viento frases incendiarias sobre la construcción del socialismo, espectáculo que deja embelesados a esos intelectuales progres del Primer Mundo, cuya miopía y fetichizacion del proceso bolivariano los aleja de comprender la realidad tras la maquinaria propagandística del Estado venezolano, y condena a que las luchas por derechos concretos, y la dignidad, aquí y ahora, sea capitalizada y acompañada por fuerzas oscuras que esperan recuperar los privilegios de antaño.
Un grupo de trabajadores de PDVSA Gas Anaco vienen realizando una huelga de hambre en Plaza Caracas, debido a que 2600 trabajadores han quedado sin empleo. Y al intentar protestas en el ministerio “del poder popular” para el trabajo, la respuesta ha sido el palo y la prisión para 5 de ellos.
Esta progresiva criminalizacion de la protesta se repite en todo el país. Los sindicatos, debilitados por la polarizacion, parecen retomar un camino que los conduzca a priorizar la defensa de los trabajadores sobre cualquier otra preocupación. La refundacion del sindicalismo venezolano es un camino largo y cenagoso, plagado de vicios, egos y heridas personales, que necesita paciencia, constancia y firmeza. El 29.03.09 un grupo de sindicalistas, de diferentes gremios, realizaron una asamblea abierta para promover la necesidad de un movimiento amplio de solidaridad laboral, y algunos dejaron en claro que no marcharían este 1 de Mayo ni con la burocracia roja ni con los oligarcas opositores. En dicha asamblea, llamaba la atención una pancarta en la que interpelaban al ministro Elias Jaua, un antiguo encapuchado cabezacaliente de la UCV, hoy devenido a burócrata y defensor de un Estado decadente y obsoleto.
Los trabajadores en su accion de protesta en Plaza Caracas

La maquinaria propagandistica gubernamental intenta dibujar una situacion contraria a la realidad del movimiento laboral ligado al sector petrolero:


